Exposición permanente del Museo de la Pesca
A través de un prólogo audiovisual introductorio y 5 ámbitos, el visitante descubrirá el mundo de la pesca marítima de nuestro territorio. La clave de la exposición permanente radica en encontrar los orígenes de un mundo activo y vivo, como se puede comprobar diariamente en el muelle pesquero del puerto de Palamós.
La realización del proyecto museográfico ha sido responsabilidad del despacho de arquitectura Dani Freixes-Varis Arquitectes, empresa que cuenta con gran reconocimiento internacional en la realización de museos y exposiciones. Dani Freixes fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño 2001.
Ámbitos de la exposición
¿Qué es el Museo de la Pesca?
El Museo de la Pesca, situado en el puerto pesquero de Palamós, muestra la relación básica entre el ser humano y la mar. Lo hace de una manera abierta, participativa e interpretativa, de forma que los visitantes se sientan cómplices de una historia que gira en torno al pescado y la pesca, y salgan del museo con una mirada nueva de esta actividad económica.
¿Qué se pesca?
El Mediterráneo es un mar pequeño pero con una gran diversidad de ecosistemas, hábitats y especies. En la zona occidental conviven más de quinientas especies diferentes, si bien menos de un centenar tienen valor comercial. De hecho, el sector pesquero catalán se fundamenta principalmente en una veintena de especies.
La pesca catalana es una actividad diaria que usa métodos de pesca diversos, adaptados a las diferentes características de cada especie.
¿Desde donde se pesca?
La costa y el fondo del mar condicionan la vida marina y la localización de los caladeros, los lugares de pesca. Algunos son a ras de agua y otros a mucha profundidad.
LLas playas y los puertos siempre han sido espacios centrales para el trabajo de los pescadores y han servido para protegerse de los temporales. Hoy los puertos se descargan las capturas, se comercializan y se distribuyen, tanto en mercados locales como en destinos internacionales.
¿Quién es quién en el mundo de la pesca?
El pescador es el protagonista principal de la vida pesquera, pero no es el único actor. A su lado se han ido desarrollando una serie de oficios y procesos complementarios y auxiliares: carpinteros de ribera y calafates, veleros, mecánicos, toneleros, corderos, remendadoras, vendedoras de pescado, trabajadores de las salinas ... Ser pescador exige poseer habilidades, conocimientos, memoria, sabiduría, valentía y espíritu de supervivencia. Su relación secular con el mar ha construido una cultura y una forma de ser propias, identificada en el léxico, las creencias, las celebraciones festivas o la gastronomía, entre otras manifestaciones.
¿Como se pesca?
En Cataluña se utilizan diferentes sistemas de pesca adaptados a la especie objetivo y al hábitat en el que vive, sea desde tierra o a mucha profundidad. Cada sistema incluye una técnica y unos instrumentos específicos. Las tripulaciones de las embarcaciones también varían, formadas por entre uno y veinte hombres, cada uno con su función.
En la Costa Brava destacan el arrastre, el cerco y la pesca artesanal. A lo largo del siglo XX el cambio tecnológico ha sido muy importante, dado que la pesca a vela y casi instintiva se ha transformado en una pesca tecnológicamente muy sofisticada.
El futuro de la pesca
Si queremos seguir pescando y que el oficio de pescador sea una profesión cualificada, digna, respetada y atractiva, es necesario que resulte un oficio estimulante para los jóvenes, mucho más seguro, más participativo, menos incierto y más rentable. Hay que pescar preservando la biodiversidad de los hábitats y las especies que viven en él, y hacerlo de forma inteligente de cara a los mercados y el consumidor.
El Museo de la Pesca quiere ser un espacio de reflexión y diálogo para lograr este objetivo, y también de aprendizaje, experimentación y formación de sus visitantes. Sólo si se da a conocer en toda su extensión el mundo de la pesca y el pescado se puede ayudar a sostener el futuro del oficio de los pescadores y de su cultura.
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El edificio del Tinglado
El edificio que alberga actualmente el Museo de la Pesca se proyectó en 1935, como almacén portuario y lugar para la subasta del pescado. El inmueble fue destruido el 13 de octubre de 1937 en un bombardeo durante la Guerra Civil.
En 1944, fue reconstruido y, en poco tiempo, la silueta voluminosa del tinglado, finalizada por el elegante cubierta a dos aguas, pasó a formar parte del paisaje cotidiano y sentimental de los Palamós.
El edificio tuvo funciones diversas: servicios relacionados con el tráfico comercial y usado como almacén de artes de pesca. En 1999, Puertos de la cedió el inmueble al Ayuntamiento de Palamós para destinarlo a usos museísticos. Este fue el paso necesario para poder restaurarlo y convertirlo en la sede actual del Museo de la Pesca.
El nuevo espacio cultural abría sus puertas al público el 14 de septiembre de 2002. Desde entonces, acoge la exposición permanente, muestras temporales y promueve conferencias, tertulias, jornadas y publicaciones vinculadas a la difusión del patrimonio social, técnico, histórico y natural relacionado con el mundo pesquero.
